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El desarrollo de habilidades blandas nos da la capacidad de poder comunicarnos adecuadamente con los demás, manejando nuestras emociones y generando un acercamiento transversal dentro de toda la organización.
Hoy en día se han convertido en un pilar fundamental en el trabajo en equipo y de gran utilidad como foco de innovación en las organizaciones.
Cuando hablamos de habilidades blandas, hacemos referencia a todas esas habilidades y aptitudes que permiten a las personas relacionarse con otros de una manera efectiva.
Entre estás habilidades se encuentran la forma en como comunicamos de una manera asertiva, la capacidad de relacionarnos con los demás, manejo de nuestras emociones, entre otras.
Es importante hacer un aclaración sobre las habilidades duras, que están desarrolladas con conocimientos técnicos que hacen parte de nuestro proceso educativo formal, con las habilidades blandas para no confundirlas y visualizar la importancia de la combinación de estás dos, para mejorar los resultados de las organizaciones.
Las habilidades blandas están siendo muy solicitadas en posiciones ejecutivas o técnicas, ideales para aquellos cargos que tienen relación directa con personas, clientes, departamentos, proveedores, entre otras.
Dentro de las habilidades más buscadas se encuentra las habilidades comunicativas, la escucha activa, la creatividad, capacidad de trabajar en equipo, responsabilidad, compromiso, actitudes proactivas para resolver problemas, generar ideas innovadores que ayuden al crecimiento de la organización o negocio.
Nos encontramos en un momento coyuntural en las organizaciones a través de las transformaciones tecnológicas.
La mejor forma para enfrentarnos a todos los posibles cambios que puedan llegar a la organización, es en este momento en como el desarrollo de las habilidades blandas se convierten en un factor fundamental para ejecutar las acciones desde un punto más innovador, con el propósito de hacer más eficiente y productivo nuestro trabajo y a la vez mejorar los resultados de la organización.
En este punto de foco de innovación, es el talento humano quién hace parte de los procesos de liderazgo empresariales y ahí es dónde se empieza a innovar con el desarrollo multidisciplinario y el conjunto de las habilidades duras con la tecnología, el modelo de negocio con el mercado y el talento humano con las habilidades blandas, siendo estos el motor de transformación de las organizaciones.
Desde este punto lo que buscamos es generar consciencia y responsabilidad, para que las empresas desde su aprendizaje y experiencia, crezcan con sus empresas.
Acompañado a esto, nos encontramos con la importancia que vivimos en un mundo dinámico y en un cambio constante, lo cual nos lleva a tener una flexibilidad alta, para acomodarnos a las diferentes circunstancias y cambios de lugares.
En este caso aplica la frase de Charles Darwin: «La especie que sobrevive, no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan al cambio» En este punto la innovación entra en un punto fundamental, para seguir con lo que ya sabemos e implementarlos a los cambios.
La capacidad de ser consciente de las emociones en las que estamos habitando y de está manera reconocer aquello que está detrás de cada uno de nuestros comportamientos.
Desde está consciencia se desprenden muchas destrezas, aptitudes y habilidades, para manejar situaciones y personas.
Con el desarrollo de nuestra inteligencia emocional, podremos tener habilidades que juegan un papel muy importante en las organizaciones como lo puede ser la empatía, entendido como la capacidad de ponerse en los zapatos del otro y ser comprensivo con sus puntos de vista.
Esto nos da la facilidad para relacionarnos con cualquier persona tanto dentro de la organización como por fuera de ella y así la creación de contactos o nuevas redes en el tiempo.
Liderar equipos y personas es la capacidad de influir e inspirar a las otras personas, con el fin de cumplir diferentes objetivos, metas o proyectos.
Es importante reconocer que el liderazgo no es impuesto, inconscientemente las personas que se encuentran en el entorno o equipo de trabajo reconocen aptitudes y habilidades en las personas, dando permiso para que sea esa persona quien los guíe.
El desarrollo de habilidades blandas para el liderazgo empresarial y ejecutivo dentro de la organización, es ideal para tener agentes de cambio, siendo ellos los referentes para mantener una competitividad organizacional.
Recordando que el líder es el inspirador a la generación de nuevas ideas también lo podemos llamar generador de cambio o innovación y a su vez ser quienes están detrás del cumplimiento de los objetivos de las empresas, personas con gran sentido de pertenencia, que tienen la intuición tan bien desarrollada que saben cuando y como comunicar, escuchar, una alta capacidad de relacionarse positivamente con los demás, responsabilidad y recibir y dar feedback.
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Cuando hablamos de comunicación, hablamos de poder compartir nuestros mensajes y opiniones de una manera efectiva, eficiente.
Dentro del desarrollo de comunicar asertivamente se parte del respeto hacía los demás y a uno mismo, comprendiendo las opiniones, sentimientos, necesidades, expectativas y deseos del otro, todos pensamos distinto y el nivel de importancia de todos los mensajes es igual.
Es por ello la importancia de manejar una comunicación clara, abierta, directa y honesta.
Desde la construcción de esta habilidad, se trabaja desde 3 postulados y el trabajo es crear las condiciones para que esto suceda:
Eficacia en conseguir el propósito que teníamos al comunicar nuestro mensaje y no sentirnos incomodos al hacerlo.
Cuando exista alguna situación de conflicto de intereses, trabajar en reducir el impacto negativo para uno mismo, como para la otra persona y para el desarrollo de la relación.
Establecer relaciones positivas con el equipo de trabajo, también de una manera transversal con una organización, proveedores y clientes.
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